Ser traspasado no debe ser fácil para un jugador NBA. Menos para uno recién llegado a la liga. Imagina ahora que eres un rookie elegido en la segunda ronda del Draft y en los siguientes seis meses te traspasan tres veces.

Eso vivió Dwight Powell en su primer medio año como profesional. En su mock draft DraftExpress lo colocaba al final de la segunda ronda, pero los Charlotte Bobcats lo seleccionaron antes, con el pick 45. Menos de dos días después vivía su primer traspaso, en el que llegó a los Cleveland Cavaliers. Powell firmó su contrato rookie con Cleveland a finales de agosto, pero un mes después volvía a poner rumbo a otra ciudad, en esta ocasión Boston. Allí pasó dos meses y medio antes de ser traspasado a Dallas.

En la rueda de prensa del traspaso de Rajon Rondo y Dwight Powell, Mark Cuban aseguró que los Dallas Mavericks habían considerado comprar una segunda ronda para hacerse con él, y que habían exigido su presencia en el traspaso. Después de tanto movimiento, Powell había llegado a un lugar donde le querían y estaban dispuestos a invertir tiempo en él.

“Sabe lanzar, sabe rebotear, sabe defender”; dijo Cuban entonces. “Es un cuatro abierto en muchos sentidos, puede ser un cinco abierto en otros. Sabe lanzar, y por eso es por lo que está aquí, por eso lo queríamos”.

Powell pasó sus cuatro años de carrera universitaria en Stanford, siendo una pieza muy importante en la rotación del equipo en sus dos últimos años. Su temporada junior fue probablemente la mejor, promediando 14.9 puntos, 8.4 rebotes, con un 46.7 por ciento en tiros de campo y un 45.5 por ciento en triples. En su temporada senior su acierto bajó, y unido a la amplia competencia de hombres altos que había en la segunda ronda del draft, cayó al puesto 45.

Como proyecto de jugador, los scouts tenían muy claro la faceta que debía mejorar, y esa era la consistencia en su lanzamiento. Las capacidades atléticas para la defensa, el rebote y el contraataque ya estaban ahí, pero será su habilidad para trabajarse un lanzamiento consistente será lo que determine cómo de buena será su carrera en la NBA.

Por eso, después de una primera temporada en Dallas con pocos minutos pero algunas actuaciones prometedoras, el canadiense decidió que en verano se emplearía a fondo para hallar ese lanzamiento seguro de media distancia, olvidándose por el momento del triple, todo ello mientras contribuía a su selección nacional en el Fiba Americas. Powell entró en el equipo jugándose un puesto en la plantilla final, y su rendimiento fue tan bueno que se convirtió en un fijo de la rotación de Jay Triano hasta que se lesionó el codo.

Precisamente esa lesión en el codo le impidió participar en las primeras semanas del training camp de los Dallas Mavericks, pero en cuanto pudo pisar la pista junto al resto de sus compañeros, la progresión que había tenido durante el verano se hizo evidente. En la primera parte de la temporada, hasta Navidad, su porcentaje de acierto de media distancia entre las zonas laterales y el tiro libre era de un 47.8 por ciento.

 

Con una temporada de novato tan atípica, con tanto cambio y adaptación, básicamente podríamos decir que la 2015-16 es la segunda temporada rookie de Dwight Powell. Por eso no sorprende que tuviera su ‘rookie wall’ particular en cuanto a porcentajes de acierto durante el mes de enero.

“Lo más importante es que tienes que permanecer preparado”, dijo Powell en uan entrevista reciente en SiriusXM. “Tienes que concentrarte en el hecho de que es una temporada larga y que en 82 partidos pueden pasar muchas cosas. Tienes que saber que tu oportunidad va a llegar en algún momento, y es tu responsabilidad estar preparado. Yo aún estoy aprendiendo el proceso y desarrollándome como jugador, mejorando mi juego independientemente de los minutos que tenga, y preparándome para la siguiente oportunidad”.

La parte positiva es que su lanzamiento no es lo único que ha mejorado en los últimos meses. Si hay algo por lo que Powell puede jugar incluso en sus peores días en el lanzamiento, es por su mejora tanto en el rebote como en la defensa. Este es el impacto defensivo de Powell en sus rivales, según los datos de NBA.com.

Distancia Acierto habitual Acierto permitido Variación
Menos de 2 metros / -6 feet 59.3% 55.8% -3.4%
Menos de 3 metros / -10 feet 53.8% 53.3% -0.4%
Más de 4.5 metros / +15 feet 37.5% 30.7% -6.8%

Su capacidad atlética y rapidez lo convierten en un jugador ideal para defender a interiores ágiles. Lo pasa peor cuando se ve emparejado con pívots fuertes, pero la liga cada vez está evolucionando más hacia los interiores más bajos, menos pesados y que saben hacer más cosas, y el jugador de los Mavs se adapta muy bien a ese tipo de jugador. Uno de los que pudo vivir los progresos defensivos de Dwight Powell de cerca fue Anthony Davis en la última victoria de los Mavericks en New Orleans.

 

En cuanto al rebote, su evolución podemos observarla a simple vista y también en los números. Su colocación es mejor, hace un mayor esfuerzo por cerrar a los rivales, y su timing a la hora de saltar también ha mejorado. Aquí vemos su evolución estadística con respecto a la temporada pasada. Se trata del porcentaje de rebotes que captura sobre el total que hay disponibles cuando se encuentra en pista.

Temporada % Ofensivo % Defensivo % Total
2014-15 8.3 14.9 11.6
2015-16 8.9 22.1 15.5

Ese 15.5 por ciento de los rebotes sobre el total que captura Powell es la tercera mejor marca de los Mavs por detrás de Zaza Pachulia y JaVale McGee, y es el octavo mejor porcentaje de la NBA entre rookies y sophomores que hayan jugado un mínimo de 25 partidos esta temporada.

Otra categoría infravalorada en la que el canadiense ha dado un paso adelante es en el acierto cerca del aro. Cuando el ataque de los Mavericks está en manos como las de Chandler Parsons funciona mejor con alguien que sea una amenaza capaz de terminar mates, bandejas y alley-oops con tráfico, y Powell hasta ahora lo está haciendo.

Año Porcentaje de acierto en al ero
2014-15 56.7% (17/30)
2014-15 64.1% (93/145)

**Media de la liga – 54.9%

Este crecimiento como jugador viene acompañado de un lógico aumento en sus minutos. Powell ya ha triplicado sus marcas de la temporada pasada en todas sus estadísticas, y es el octavo jugador sophomore de la Conferencia Oeste que más minutos ha disputado este año. Por poner un ejemplo conocido para los fans de los Mavericks, Powell acumula más minutos este año que los que llevaba hasta el All Star Brandan Wright en sus dos primeras temporadas en Dallas. El trabajo de Dwight no solo ha sido recompensado por los Mavs, también por la liga con su elección para el Rising Stars Challenge del All Star.

“Primero y antes de todo, definitivamente es un honor formar parte de algo así, especialmente del All-Star Weekend”, dijo Powell. “Y la guinda es que sea en Toronto. Es un sentimiento muy bueno y es excitante. No sé si voy a ser capaz de conseguir entradas suficientes para todos los que me las han pedido, pero estará bien tener a la familia y los amigos aquí para apoyarme”.

En su primera oportunidad real de hacerse con un rol en la rotación de Rick Carlisle, Dwight Powell está demostrando que puede ser un jugador muy a tener en cuenta de cara al presente y al futuro de los Dallas Mavericks.

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