Los Dallas Mavericks no han comenzado la temporada con buen pie, lo cual se une a haber disputado y tener aún por delante en noviembre el calendario más complicado de la NBA. Sin embargo, esto no significa que no haya factores esperanzadores de presente y futuro en su rendimiento. Estos son los rayos de luz que encontramos en la oscuridad.
Harrison Barnes ha comenzado la temporada con una dura racha en el lanzamiento, pero a cambio ha tratado de compensarlo en un aspecto que ha sido el foco de su verano: forzar tiros libres. Incluso tras sus mejores actuaciones, como fue la noche en la que metió 25 puntos contra los Philadelphia 76ers, Barnes tiene la línea de tiros libres continuamente en su cabeza.
“Ha estado bien meter algunas canastas”, dijo aquel día, “pero al mismo tiempo no he ido a la línea de tiros libres. Tiene que haber un equilibrio”.
Barnes promedió 19.2 puntos por partido el año pasado, y lo hizo intentando solo 3.6 tiros libres por encuentro. Solo Klay Thompson metió los mismos puntos o más con menos tiros libres, algo que ciertamente tiene mérito, pero que debe servir como base para Barnes para seguir evolucionando, y así lo ve él también. Esta temporada ya ha lanzado al menos 9 tiros libres en tres partidos diferentes, algo que el año pasado solo consiguió en cuatro ocasiones.
“Esto ha sido un punto de énfasis para él este verano, algo de lo que hablamos después de la pasada temporada y en lo cual puede hacer grandes progresos gracias a su mejorada habilidad para penetrar con balón”, explicó Rick Carlisle. “Con su lanzamiento de media y larga distancia tan bueno como era la gente se pega a él, y tiene que hacer un ataque vertical y lograr que los defensores lo paguen”.
Harrison Barnes saldrá de su mala racha de lanzamiento tarde o temprano. Si mantiene su agresividad a la hora de buscar el contacto, estaremos hablando de un anotador de más de 20 puntos por partido.
Temporada | Tiros libres intentados |
---|---|
2014-15 | 1.8 |
2015-16 | 2.0 |
2016-17 | 3.6 |
2017-18 | 4.2 |
Si exceptuamos una mala serie en el tiro con cinco triples intentados y fallados en el último partido contra Los Angeles Clippers, Dwight Powell estaba manteniendo un 40 por ciento de acierto en triples en el comienzo de la temporada. Durante el verano el canadiense se centró en desarrollar su lanzamiento exterior, una posibilidad que se incluía en su potencial cuando llegó a la liga, pero que en la temporada pasada había dejado de lado.
Ahora mismo Powell ha intentado ya 20 triples en lo que llevamos de temporada en nueve partidos, a una media de 2.2 por partido, mientras que en la pasada campaña solo intentó 74, una media casi clavada de uno por partido, y tuvo un 28.4 por ciento de acierto.
Powell debe continuar también con su trabajo en facetas defensivas y reboteadoras, pero su nueva confianza en el triple puede ser muy beneficiosa para el ataque de Dallas y hacer que mantenga un rol importante en la rotación. Lo necesario no es tanto que se mantenga en un acierto cercano al 40 por ciento, que sería algo ideal, sino que al menos tenga la consistencia suficiente como para convertirse en una amenaza que haga que las defensas rivales deban respetar su lanzamiento.
Los expertos coinciden: la posición de base es la más complicada de aprender en la NBA. En muchas ocasiones lleva unas cuantas temporadas hacerse al ritmo de los profesionales, y algunos incluso nunca llegan a conseguirlo. Si eres un base rookie, lo más seguro es que tengas una temporada dura por delante. Y ahora imagina que seas base, que seas rookie, y que te encuentres con Stephen Curry, Mike Conley, Ricky Rubio o Patrick Beverley en tus primeras experiencias en la liga.
Eso es a lo que se está enfrentando Dennis Smith Jr. en sus primeros partidos en la NBA. Y hasta el momento los resultados son esperanzadores. Smith tendrá sus noches malas, como es lógico. Es insensato pensar que en su primer año siempre va a estar al máximo, y tenemos el partido de dos puntos y una asistencia contra Utah como muestra. Pero es lógico que tenga noches así, lo importante es ver cuál es su respuesta a ellas, y Dennis Smith firmó 18 puntos y fue mucho más agresivo en la noche siguiente contra los Clippers.
Como buen base general, Smith también se está acostumbrando a asumir las culpas por las derrotas.
“Tengo que hacer un trabajo mejor controlando el tempo del partido”, dijo Smith con relación a sus pérdidas. “No puedo dejar que el contrario nos fuerce a hacer lo que ellos quieren. Tengo que encontrar a mis compañeros en buenas posiciones, y si hacemos eso las pérdidas bajaran”.
Otro de los factores cuando eres rookie es que la temporada se te puede hacer muy larga, pero las derrotas tempranas no desmoralizan a Smith.
“Es aún súper temprano en la temporada”, dijo el base. “Hemos jugado contra equipos duros en defensa. Golden State es uno de esos equipos, Memphis es bueno defensivamente y los Jazz también son muy buenos y tienen a Rudy Gobert. Eso es algo que no habíamos visto hasta el último partido, especialmente yo como rookie. Es un ajuste. Es algo a lo que nunca me había enfrentado antes, pero tengo que seguir siendo agresivo y el resto se solucionará por sí solo”.
Para ver la temporada rookie de Dennis Smith con perspectiva, estos son algunos ejemplos del número de victorias que lograron algunos de los mejores bases de la actualidad y de los últimos tiempos en su campaña rookie:
Jugador/Player | Rookie Season Wins |
---|---|
Deron Williams | 41 |
Steve Nash | 40 |
Chris Paul | 38 |
Jason Kidd | 36 |
Damian Lillard | 33 |
Jrue Holiday | 27 |
Stephen Curry | 26 |
Russell Westbrook | 23 |
John Wall | 23 |
Mike Conley | 22 |
Kyrie Irving | 21* |
Kemba Walker | 7* |
*Lockout
Solo Deron Williams llegó al 50 por ciento de victorias. Puede que a Dennis Smith Jr. le espere una temporada dura, pero es el primer paso en su camino hacia la grandeza.
El alemán empezó frío la temporada, pero poco a poco ha ido cogiendo ritmo. En los últimos cinco partidos la leyenda está promediando casi 14 puntos por encuentro con un acierto del 57.7 por ciento en tiros de campo y del 52.6 por ciento en triples.
A sus 39 años Dirk es ya más bien una pieza complementaria del ataque de los Dallas Mavericks, pero en los últimos partidos ha demostrado poder seguir siendo aún el foco durante ciertos tramos, y que desde luego sigue siendo alguien a quien deben respetar las defensas.
“No creo que a nadie le deba sorprender que esté lanzando bien”, comentó Rick Carlisle sobre Nowitzki. “Y que esté preparado. Ha trabajado extremadamente duro. Lleva mucho trabajo prepararse para una temporada NBA, y particularmente en ese punto de tu carrera. Hay muchas señales buenas con él y con su ritmo, tenemos que seguir y asegurarnos de que juega el número correcto de minutos.
Si tuviésemos que votar al que está siendo el mejor jugador de los Dallas Mavericks durante este comienzo de temporada, J.J. Barea se llevaría una buena cantidad de votos. El boricua ha comenzado a un nivel individual sensacional después de haber firmado ya grandes actuaciones en los dos últimos años.
Barea, que está promediando en el inicio unos 12.3 puntos por partido que supondrían la mejor marca de su carrera, no participó el pasado verano con la selección de Puerto Rico en torneo alguno por primera vez desde el verano de 2011, y en buena parte relaciona ese descanso con el buen nivel al que ha comenzado.
“El año pasado empecé con los dos Aquiles doloridos y jugando tantos minutos que no pude darles descanso”, explicaba Barea en declaraciones recogidas por el Dallas Morning News. “Este año he empezado sano, mis piernas están mejor y no estoy jugando una cantidad alta de minutos. El entrenador está haciendo un gran trabajo en eso”.
Por nivel actual Barea podría disputar el puesto de base titular del equipo, pero entiende la apuesta de los Mavericks por Dennis Smith en esa posición y acepta de buen grado ser el revulsivo del equipo como suplente.
“Me gusta más esta situación (que la del año pasado)” explicó Rick Carlisle sobre la situación de sus bases. “Estamos un poco superpoblados en el puesto de base, pero míranos. Con Curry fuera necesitamos a todos y todos estamos jugando. Me gusta que J.J. y Devin Harris jueguen unos 20 minutos, quizás un poco más, en vez de que se tengan que ir casi a 30. Eso es demasiado”.
En este punto dulce de su carrera Barea podría tener un rol importante en cualquier equipo con altas aspiraciones, pero su casa está en Dallas y su labor como mentor de Smith y Yogi Ferrell le motiva igual o más que cualquier otro objetivo individual.
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