Historia viva (Living History)

De entre todos los siete pies que han pisado las canchas de la NBA en las últimas dos décadas, Dirk Nowitzki y Shaquille O’Neal probablemente sean dos de los más antagónicos.

Uno ágil, capaz de anotar desde cualquier parte y uno de los mejores lanzadores de la historia; el otro pesado, fuerte, intimidante y uno de los anotadores más dominantes en la zona que se haya visto jamás. Todos sus compañeros coinciden en indicar que Nowitzki es un ejemplo de trabajo y sacrificio por su juego; O’Neal fue señalado entre otros por Kobe Bryant y Phil Jackson por una falta de ética de trabajo que le impidió ser un jugador aún mejor. En común, el temor creado en las defensas rivales, su instinto asesino dentro de la pista, y su gran sentido del humor fuera de ella.

Puede que muchos fans de los Mavericks guarden un mal recuerdo de Shaq por las Finales de 2006 en las que Dallas cayó ante Miami. Es cierto que Dwyane Wade es y será siempre el foco de las frustraciones de los fans de los Mavs con aquella serie, pero Shaquille O’Neal jugó también un papel muy importante. Él, sin embargo, quiso acordarse de Nowitzki al hablar de aquel campeonato.

“Cuando ganamos hubo alguien por quien lo sentí, y ese fue Dirk Nowitzki,” escribió O’Neal en su libro ‘Shaq Uncut’. “Dirk es un gran jugador, siempre ha hecho lo que debía, es un buen tipo, un trabajador nato. Yo soy una de esas personas que entienden que no puedes hacerlo todo solo. Sabía lo que iba a pasarle: todo iba a ser su culpa a pesar de que había jugado genial.”

Tenemos que remontarnos unos años más atrás, hasta el 2002, para recordar otro de los momentos en los que Shaq desoló a los Mavericks. El 7 de Diciembre de 2002 los Mavs ganaban por 27 puntos al comienzo del último cuarto en el Staples Center de Los Angeles, y parecía que iban a gozar de algo muy poco común: una victoria cómoda contra los Lakers de O’Neal y Bryant. Doce minutos después, los angelinos celebraban la victoria tras una de las mayores remontadas de la historia en un último cuarto, a la que The Big Aristotle aportó 26 puntos, 11 rebotes y 3 tapones.

Lo cierto es que el de Dirk y Shaq no era un emparejamiento continuo por el interés de sus equipos, ya que ambos tenían armas que hacían mucho daño al otro. Shaq era demasiado pesado para que Dirk pudiese defenderlo en el poste, y Dirk era demasiado rápido para Shaq y le obligaba a salir de la zona.

Don Nelson tenía precisamente esa obsesión: sacar a O’Neal de la zona, y eso le llevó a incorporar a pívots capaces de lanzar desde fuera como Raef LaFrentz o Wang Zhizhi. A la hora de defenderlo, lo intentó con hombres altos y largos como Shawn Bradley, o utilizando la estrategia del Hack-a-Shaq. Tanto Avery Johnson como Rick Carlisle utilizaron a Erick Dampier, Desagana Diop o Brendan Haywood, con Nowitzki como defensor secundario.

De todas formas, y a pesar de no haber sido siempre en acciones directas entre ambos, Shaq y Dirk siempre dieron su mejor nivel cuando se enfrentaban en la pista.

¿Qué hubiese pasado si Dirk y Shaq hubiesen jugado juntos? Los flirteos entre Shaq y los Mavericks, y más en concreto con Mark Cuban, fueron constantes durante la segunda mitad de su carrera. Cuban y Shaq eran amigos reconocidos, y el pívot hizo público su deseo de jugar en Dallas en más de una ocasión.

“(Cuando los Lakers fueron a traspasarme) las opciones se redujeron a dos equipos: Miami y Dallas,” escribió O’Neal en su libro. “Mark Cuban cogió un avión y se reunió con nosotros. Después fue a hablar con los Lakers y les dijo que traspasaría a cualquiera por mí salvo Dirk Nowitzki. Dirk era intocable.”

Cuando era agente libre los Mavs no tenían espacio salarial, y Shaq tampoco pudo cumplir su deseo de jugar en Dallas por medio de un traspaso. Hace unas semanas, Mark Cuban fue el invitado especial en el episodio 27 de ‘The Big Podcast with Shaq’. Allí, O’Neal volvió a dejar claro que siempre quiso jugar para Cuban.

“Sabes Mark (Cuban), quiero pedirte disculpas por algo,” comenzó diciendo O’Neal. “Siento que no me llegasen a traspasar a Dallas. Porque lo intenté cuatro o cinco veces. Dije ‘vale, ¿quieres traspasarme? Envíame con Mark Cuban’ y me dijeron que no, que con Mark no. Y también quiero agradecer otra cosa: antes de ir a Dallas, llamé por teléfono a Mark y le dije ‘Mark, quiero jugar para ti’, y él me dijo ‘Shaq, solo tengo el mínimo, tu eres Shaq, no quiero ser conocido como la persona que pagó el mínimo a Shaq’. Agradezco que siempre fueras tan honesto.”

Todo aquello es agua pasada ya, y ahora quien está escribiendo las páginas de la historia cada noche que salta a la pista es Dirk Nowitzki. El alemán siguió superando hitos hace un par de días en Brooklyn, al adelantar a Shaq como 6º máximo anotador de la historia de la NBA. Quizás los más puristas lo consideren el 8º de la historia al contar también los puntos anotados en la antigua ABA, con los que Moses Malone y Dr. J. estarían por delante. Da lo mismo: de una forma u otra, seguimos admirando cada día la grandeza y la eficiencia de Nowitzki.

No sabemos si Dirk (28.609 puntos) llegará a entrar en el top 5 superando a Wilt Chamberlain (31.419), pues para ello necesitaría jugar al menos una temporada más después de su contrato actual, en la 2017-18, con posible lockout o huelga de jugadores entre medias y 39 años de edad. Pero si las lesiones respetan a Dirk probablemente sí lo veamos llegar a otro hito impresionante: superar la barrera de los 30.000 puntos. Pensad en ello durante unos segundos. 30.000 puntos. Debería ser en algún momento de la próxima temporada.

“Vamos … 30.000 puntos sería algo increíble, pero no va a ser algo por lo que diga que tengo que jugar un año más para llegar a esa cifra”, dijo Nowitzki. “Creo que cuando tenga suficiente, será suficiente, cuando el cuerpo no pueda hacer más y no lo pase bien. Superar los 30.000 o entrar en el top 5 no es algo que me motive para sumar un año más.”

Si hubiésemos recogido las declaraciones de Nowitzki de hace dos años y medio, después de la dura temporada de la lesión de rodilla, probablemente habríamos pensado que a Dirk le quedaba muy poco. Sin embargo, ahora se nota que el alemán se siente bien, y deja una puerta abierta a seguir jugando después de su contrato actual … siempre que se siga divirtiendo. De hecho, encajando con su naturaleza fiel a los Mavericks durante toda su carrera, él tiene otra cifra histórica en la mente diferente a la de puntos anotados.

“Sí, creo que llegar a los 20 años sería algo muy especial, especialmente con una única franquicia”, dijo Dirk. “Eso significaría que tendría que jugar al menos un año más después de este contrato, pero creo que es algo de lo que me preocuparé más adelante. No quiero mirar muy adelante porque el final esté cerca. No quiero adelantarme.”

Dirk Nowitzki comenzó a jugar al baloncesto para divertirse, y quiere despedirse de la misma manera: divirtiéndose. En el verano de 2014, cuando Dirk firmó su contrato actual, Holger le dio un consejo: sigue mientras te diviertas. No seas de esos que se retiran y luego quieren volver. Agota tu tiempo todo lo que puedas.

“Quiero divertirme, apreciar los entrenamientos, los partidos”, dijo Dirk. “Es algo que aún disfruto y que echaré de menos cuando me marche. Intentaré finalizar fuerte este año y veremos a partir de ahí, pero siempre lo digo, mientras me levante por las mañanas y no tenga una lucha con mi cuerpo para salir de la cama y aún sea divertido ir al gimnasio y trabajar con los chicos y meterse con ellos y cosas así, lo haré durante tanto tiempo como pueda, eso seguro.”

Al finalizar el partido contra Brooklyn, Dirk celebró una victoria en diciembre ante los Nets como si hubiese sido contra los Golden State Warriors en abril. Nowitzki siempre tendrá esa llama de competitividad, y esperemos que su cuerpo le permita seguir divirtiéndose durante muchos años más. El movimiento de Shaq a Dallas es una historia muy secundaria que no se llegó a concretar, y nos quedamos sin conocer los estragos que habría causado junto al alemán. Pero ahora que Dirk Nowitzki adelanta a Shaquille O’Neal como sexto máximo anotador de la historia de la NBA, podemos pararnos un segundo para admirar la diferente forma de influir que tuvieron dos siete pies que, además, se respetan mucho.

“Shaq es uno de los más grandes de todos los tiempos,” dijo Nowitzki. “Yo crecí viéndole en los 90 cuando estaba en Orlando. Me encantaba junto a Penny (Hardaway) y Dennis Scott. Y ahí estaba yo, pudiendo competir contra él durante mucho, mucho tiempo. Probablemente, y muchos así lo creen, el hombre alto más dominante que haya jugado a esto.”

“Ha trabajado extremadamente duro en su juego,” dijo Shaq sobre Dirk. “Se ha convertido en uno de los mejores lanzadores de todos los tiempos. Es increíble, sabe botar, sabe pasar, sabe lanzar como nadie. Es un gran jugador. Si alguien dice que Dirk no es un gran jugador, le daré un puñetazo en la cara.”

Al final, la única conclusión a la que podemos llegar los fans de los Dallas Mavericks es que hemos sido y somos muy afortunados por disfrutar de un jugador histórico como Dirk Nowitzki, y debemos seguir haciéndolo con cada hito, cada partido o cada fade-away que nos pueda regalar.