En apenas poco más de un año, los Dallas Mavericks han puesto los dos cimientos más importantes para el futuro de la franquicia: Luka Doncic y Kristaps Porzingis. Ambos llegaron a los Mavs por medio de traspasos, demostrando la fuerte apuesta que estaba dispuesta a hacer la franquicia por ellos.

El primero, Luka, llegó en la noche del Draft como uno de los mejores proyectos europeos de los últimos tiempos, y como el jugador con mejor palmarés que se había presentado en la historia del Draft. En su primera temporada, Doncic promedió 21.2 puntos, 7.8 rebotes, 6 asistencias y 1.1 robos en 32 minutos por partido. Al conseguir esas cifras se convirtió en el único rookie de la historia junto a Oscar Robertson que ha promediado al menos 20 puntos, 7 rebotes y 6 asistencias por partido.

El segundo, Porzingis, llegó unos días antes del trade deadline de este año, siendo considerado uno de los mejores jugadores ce la NBA por debajo de los 25 años de edad, a pesar de estar recuperándose de una rotura del ligamento cruzado anterior de su rodilla. Con dos movimientos agresivos, pero con potencial, los Mavericks sentaron las bases de su futuro.

Ya hemos visto cómo se ha desenvuelto Luka Doncic en su primera temporada en la liga, ganando el premio al mejor novato del año y perfilando lo que podría ser un futuro como súper estrella. Con la selección de Eslovenia fuera de la Copa del Mundo de la FIBA, Doncic pasará el verano dedicándose exclusivamente a la preparación de la próxima temporada de la NBA, y poniendo a punto su cuerpo para dar el siguiente salto en su evolución. Hace un año los Mavericks prefirieron dar descanso en verano a Luka después de una larguísima temporada con el Real Madrid y con su selección, pero en esta ocasión Doncic centrará su verano en mejorar su cuerpo y su juego, y seguramente lo hará junto a Porzingis durante una buena cantidad de tiempo.

“Sí, tenemos una gran relación. Nos conocimos por primera vez cuando ambos estábamos jugando en España”, explicó Porzingis en su rueda de prensa introductoria tras el traspaso. “Recuerdo que era unos años más joven que yo y que nos conocíamos de jugar en los mismos sitios. Ahora que tengo la oportunidad de jugar con él estoy realmente excitado”.

Por otro, lado, siendo realistas, no se puede saber con seguridad cómo regresará Porzingis después de su lesión de rodilla. Cuando se inicie la temporada en octubre habrán pasado 20 meses desde que Porzingis jugó su último partido de temporada regular, después de la estrategia cautelosa que siguió la franquicia tras su adquisición y del plan de fortalecimiento que ha puesto en marcha el jugador junto a sus preparadores.

Pero hoy en día un jugador puede sufrir una lesión en un ligamento de la rodilla y volver a ser el mismo que antes, y tenemos numerosos casos ya en la NBA para corroborarlo. Romperse el ligamento cruzado no es lo mismo que romperse el tendón de Aquiles, por ejemplo, y tampoco es lo mismo hacerlo ahora que hace una década. Los Mavs han tenido meses para evaluar su estado, y tienen a uno de los mejores preparadores físicos en Casey Smith para poner a punto al letón.

Hay motivos para ser optimistas con la salud de Porzingis, y eso significa ser optimistas también con el futuro de los Dallas Mavericks. Si cogemos como referencia su rendimiento hasta justo antes de lesionarse, el letón estaba promediando 22.7 puntos, 6.6 rebotes y 2.4 tapones por partido en la temporada 2017-18 antes de lesionarse, siendo nombrado además All-Star.

El potencial ofensivo del dúo Luka-Porzingis hace salivar a cualquier fan del baloncesto. Además de ser dos jugadores con talento de élite, ambos saben leer el juego, crear para otros y abrir la pista desde la línea de tres puntos. Juntos pueden conformar una pareja letal en el pick and pop y en el pick and roll. Y es más: incluso sin estar ambos involucrados directamente en la acción, no muchas defensas en la NBA serán capaces de defender una acción de pick and roll con Doncic manejando el balón, Dwight Powell haciendo el bloqueo y continuando fuerte hacia la canasta, y Porzingis y Seth Curry abiertos en la línea de tres. Doncic va a tener muchos más agujeros con los que trabajar en las defensas rivales esta temporada.

“Es un jugador increíble, así que estoy realmente contento por tenerlo aquí”, dijo Luka Doncic hace unos meses sobre Porzingis. “Es un jugador extraordinario y esto podría ser muy bueno. Es grande, sabe rebotear, sabe hacer un montón de cosas. Creo que puede ser uno de los mejores jugadores de la liga”.

Pero quizás no se hable lo suficiente del impacto defensivo de Porzingis. No solo es que promediase 2.4 tapones por partido o 6.4 tapones por cada 100 posesiones, en su última temporada, además el letón solo permitió anotar con un 49.2% de acierto en el aro, el segundo mejor dato de toda la NBA entre aquellos que jugaron al menos los mismos partidos que él. Además, según la nueva métrica defensiva de FiveThirtyEight, Porzingis es uno de los mejores defensores de la NBA, y también uno de los más infravalorados. Ya sabemos que es realmente complicado valorar estadísticamente la defensa, pero según esta nueva fórmula tan solo Draymond Green y Joel Embiid son considerados defensores con un mayor impacto estadístico que Porzingis.

“Obviamente creemos que Porzingis es un gran talento joven, similar en muchas maneras a Dirk Nowitzki”, dijo poco después del traspaso Rick Carlisle. “Esto es una situación del tipo Dirk y Steve Nash, solo que estos chicos son más altos”.
La NBA ha cambiado este verano. La era de los Big 3 parece haber dado paso a una época en la que las estrellas se juntan por parejas. Y con Luka Doncic y Kristaps Porzingis, los Dallas Mavericks se han colocado en una gran posición de cara al futuro.

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