A principios de diciembre, Chandler Parsons aún estaba lidiando con las frustraciones de su recuperación física.

“Es frustrante, pero tengo que ser paciente,” dijo Parsons en la primera semana de diciembre. “Creo que mi temporada real empieza en enero, una vez esté en forma y jugando minutos normales. Creo que ahí es cuando seré capaz de hacer el tipo de cosas por las que me trajeron aquí y que todo el mundo sabe que puedo hacer.”

La restricción de minutos de Parsons desapareció hace ya unos partidos, y le ha sentado bien al alero de los Mavs. En los seis últimos partidos disputados en diciembre, Parsons ha subido sus promedios a 11.8 puntos (50.9 por ciento en tiros de campo), 5.2 rebotes y 4.8 asistencias en 32.4 minutos de juego. En ese mismo periodo de tiempo, los Mavericks fueron 12.1 puntos por cada 100 posesiones mejores que sus rivales con Chandler en pista, y 2.5 puntos por 100 posesiones peores con él en el banquillo. Sus actuaciones incluyen rendimientos muy equilibrados como sus 16 puntos, 7 rebotes y sus 6 asistencias contra Memphis, o sus 20 puntos, 5 rebotes y 5 asistencias contra Chicago.

“Se ha hecho largo,” dijo Parsons, “pero finalmente estamos empezando a sentirnos bien y a llegar al punto en el que debemos estar.”

Parsons no es el único jugador que progresa físicamente en unos Mavs cada vez más sanos. JaVale McGee va progresando aunque es un proyecto a más largo plazo, los problemas de Deron Williams no son considerados graves y han coincidido con un gran J. J. Barea brillando en su ausencia, y Wesley Matthews continúa afinando la puntería con su arco.

“Creo que lo más excitante es que no estamos ni siquiera cerca de lo que podemos ser como tándem (con Parsons), como dúo, pero estamos viendo flashes de ello,” dijo Matthews. “No estamos cerca de ello, pero estamos en ese camino, y vamos a dar miedo cuando lleguemos a ese punto.”

Para no estar aún a su mejor nivel, Matthews ha firmado unas muy buenas últimas cuatro semanas. El escolta de los Mavs ha promediado 15 puntos, 3.6 rebotes y 3.2 triples por partido con un acierto del 43.3 por ciento desde más allá de la línea de tres puntos. Y ello desplegando también una defensa excelente, permitiendo solo un 30.8 por ciento de acierto a su emparejamiento cuando se encuentran a más de 15 pies (4,5 metros) de la canasta. Según NBA.com, desde esa distancia los jugadores rivales lanzaron con un 6.8 por ciento de acierto menos cuando estuvieron defendidos por Matthews.

“Ambos dejaron muy claro cuando sufrieron sus lesiones que su objetivo no era solo volver, sino volver mejores aún que antes,” dijo Rick Carlisle. “Eso va a ser una cuestión a largo plazo, pero ambos lo están haciendo bien. Y lo van a ir haciendo mejor según avance la temporada.”

El mes de enero va a ser duro va a ser una dura prueba para estos Dallas Mavericks. De los 18 partidos de enero, 10 serán fuera de casa, incluyendo tres rachas de tres partidos fuera y seis back-to-backs si contamos el del 31 de enero y 1 de febrero. La única compensación del calendario será una racha de tres partidos consecutivos en el AAC. Los rivales incluyen a los Cleveland Cavaliers, Oklahoma City Thunder (en dos ocasiones), Chicago Bulls, San Antonio Spurs, Houston Rockets y Golden State Warriors.

Sin embargo, esta dureza llega en tal momento que puede llegar a ser considerada incluso una oportunidad. Los Mavericks tienen un balance 9-8 ahora mismo fuera de casa y son uno de los mejores equipos de la NBA fuera de su pabellón en los últimos años. Desde la temporada 2013-14 solo hay tres franquicias que hayan ganado más en chanchas ajenas que los Mavs: Warriors, Spurs y Clippers. Este éxito se une a una tradición de ganar fuera de casa que se remonta a más de una década

Equipo Victorias fuera desde 2013-2014 Equipo Victorias fuera desde 2005-2006
Golden State Warriors 67 San Antonio Spurs 256
San Antonio Spurs 61 Dallas Mavericks 232
Los Angeles Clippers 60 Houston Rockets 205
Dallas Mavericks 55 Miami Heat 201
Toronto Raptors 54 Toronto Raptors 201

Los conjuntos veteranos suelen utilizar el tiempo de viaje para congeniar y ganar química de equipo, y los Mavs tienen esa oportunidad por delante en enero. Los de Rick Carlisle han conseguido terminar el año con el quinto mejor record del Oeste y muy cerca del factor cancha a pesar de las lesiones y las recuperaciones, y a partir de ahora empezaremos a ver de forma más realista el verdadero potencial que tiene este equipo. En una Conferencia Oeste más irregular de lo que podíamos imaginar, Dirk Nowitzki y compañía pueden tener una oportunidad imprevista para muchos hace un par de meses.

No solo la temporada real de Chandler Parsons empieza ahora, también podríamos aplicar la misma lógica a unos Dallas Mavericks que por fin empiezan a notar que están sanos.

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